En este libro, con mucho coraje y gracia, Pam Vaughn trae un mensaje de esperanza a los sufridos. Ella caminó en la senda de la cual habla, y alcanzó la victoria. Ella salió con un corazón cambiado, y con una identidad nueva en Cristo. Ella fue liberada y redimida, y con gozo ofrece al lector la oportunidad de reconocer que el amor de Dios puede alcanzar a todos.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremiah 29:11 [SRV])